Décima ronda (que se dice pronto) y viaje al centro de Barcelona, a luchar contra el primer club que se constituyó como tal (en 1921): el Club d’Escacs Barcelona.
El rival ya tenía comprado el billete de descenso, pero siempre es gracioso llevarse a alguien para abajo contigo, así que traían un buen equipo que auguraba un match difícil, si bien esta vez teníamos alguna ventaja.
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